lunes, octubre 4
Siem... ¿qué?
Creo que debes saber que eres el culpable de que me sepa de memoria cada centímetro del techo de mi habitación. Por lo demás... es una habitación como otra cualquiera. Tiene una estanteria con los libros que me mandan en el instituto. Un escritorio donde nunca hago los deberes, solo me siento para conectarme. Un sinffonier donde guardo parte de la ropa. Un armario donde guardo todo lo demás, un perchero que parece que esté apunto de caerse por la cantidad de bolsos que hay colgados de él y la cama. Después tengo colgados de la pared un cuadro que hice en tercero de la eso, copiando una foto mía, y un poster de Audrey Hepburn grande en blanco y negro. Justo encima de la cama hay un cuadro que hizo mi tia donde pone ''Marlene'' y al lado otro que se llama ''mi Muñeca''. Más a la derecha está ese cuadro que tanto odio pero que por desgracia va a estar ahí siempre porque le encanta a mi madre. Es uno que pinté cuando tenía 5 años donde supuestamente está dibujo mi campo. Creo que ya está todo. Ah perdón, perdón, después de tanto tiempo ya me había acostumbrado. Se me había olvidado nombrar todo lo que he sentido dentro de esta habitación. Todo lo que han visto las paredes, cuantas veces contemplamos el mismo techo. ¿Tu tambien te lo sabes de memoria, verdad? ¿O ya te has olvidado? Bah, nisiquiera tiene sentido seguir pensando en ello. Solo deseo que venga alguién y me diga que el amor existe, que me haga sentirlo. Que me haga recordarlo. Que el amor se aleja... se está alejando y ya casi no me acuerdo de el. Que no se si existe. No se si alguna vez existió. No se donde han ido a parar lo bien que me ha echo sentir, todas las sonrisas, cada uno de los latidos de mi corazón, palabras bonitas y las no tan bonitas... Devuelveme la sonrisa que tienes guardada en el bolsillo de tu pantalón. ¿Cómo? ¿Qué? ¿La has perdido? Entonces vuelve para volver a crear una nueva. Es que veras... si te digo la verdad, ni yo se lo que siento. A ver, soy feliz. ¡Joder! Claro que soy feliz. Como para no serlo. Pero siento que me falta algo. Y es que no se lo que es. ¿Eres tú? ¿Estas ahí? Entonces ven. Te invito a venir. O no... esperate. Creo que he perdido completamente la fe. No te voy a mentir pero no estoy muy bien. Ultimamente me he preguntado mucho el por qué de mi existencia y donde está mi lugar en el mundo. Ahora solo abundan los dias en los que siento que solo yo giro alrededor del mundo. ¿Quien gira a mi alrededor? Las cosas no van tan bien... aunque intento sobrellevarlo como pueda. Creo que he sonreido tanto a la fuerza para engañarme de que realmente estoy bien, que creo que lo estoy. Malditas preguntas sin respuestas. Maldito amor. Maldito momento en que viniste y juraste quedarte para siempre. Malditos momentos que construyen el pilar de mi habitación. En estos momentos me estoy preguntando si hay alguien ahi afuera que me entienda... ¿Hay alguien? Nada. El puto silencio para repetirse. No importa. Me pudriré entre estas cuatro paredes que un día decidiste no volver a ver. Me gusta. Me gustan. Me gusta la idea de pensar que el amor está volviendo... Me gusta saber que puede que vuelva a ser tan feliz como lo era. Que lo soy, pero así mucho mejor. Si, me gusta. Así que ven pronto que odio la idea de acostumbrarme a estar sola. Solo prometeme una cosa; nunca digas siempre, ¿vale? Odio esa palabra. Odio al que la inventó y a los que la dicen. Nada es para siempre.
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