viernes, marzo 19

Mis Documentos



Cada una de esas palabras lleva mi nombre escrito en ellas. Expresan lo que siento. Quien soy. De donde vengo. A donde voy. Todas son sinceras, y para mi bonitas porque han expresado como me encontraba en cada momento de mi vida. Reflejan los días más tristes, al igual que los más felices. Días inolvidables. Días saciados. Días olvidados. Y sencillamente días. Perdidas, nostalgia, amistades olvidadas, devueltas, amor, noches imposibles, sonrisas felicidad extrema, retos superados, no superados, caminos difíciles, piedras, momentos, risas, peleas, llantos, gritos, enfados, saltos, euforia.Al leerlas recuerdo -lo que en su momento fue- un presente oscuro. Lleno de luz en ocasiones, pero oscuro.




Todos esos momentos frente al ordenador escribiendo sin parar hasta sentirme bien, han terminado. Se han convertido en simples palabras atrapadas bajo “Mis Documentos”. Pero hoy, con los ojos entreabiertos y siendo mas realista que nunca, aprendo a decir adiós.


Y no, no es un texto triste. Ni feliz. Es lo que uno escribe cuando no sabe que siente. Cuando es un momento de su vida en que nada sale bien, pero tampoco mal. Que aquí los días pasan tranquilamente mientras que tú sigues igual. Preguntándote lo mismo de siempre.
Resulta difícil expresar lo que sientes cuando no realmente no existe nada que describir. Cuando no sabes que vas a hacer. Ni sabes quien eres. Te ríes del mismo infierno por sentir que estas ardiendo por dentro, pero te faltan fuerzas. Supongo que esto es así. Tropiezas. Te caes. Te levantas. O tropiezas. Te caes. Y finalmente te rindes. Eso es algo que se aprende con el paso del tiempo. La vida es simple pero al mismo tiempo compleja. Lo único que debes hacer es elegir. Parar. Continuar. Descansar. Acelerar.
Solamente se trata de una decisión, pero esa decisión puede cambiar tú vida en cuestión de segundos. Y antes de hacerlo, debes saber que no podrás retroceder.
¿Entiendes ahora la importancia de esa decisión?
Por ultimo que me queda por decirte, que obviamente, rendirse es fácil. Pero salir de una decisión equivocada no lo es tanto. Que la soledad tiene un puente que conduce directamente hacia ella, pero ninguno para salir. Que seguir es difícil, pero te aseguro que elegir esa opción será algo de lo que no te vas a arrepentir nunca.
De todos modos, gracias.
Solo eso.
Gracias.