jueves, diciembre 9

cuando queda el te quiero

Siempre he odiado las despedidas. Vi su silueta fundirse con la distancia, que paulitanamente nos iba separando. De repente, se paró en seco. Giró la cara y sus ojos fueron a parar directamente en los míos. Siempre pensé que sus ojos no le decian nada al mundo, y sin embargo, a mi me lo decian todo. Pero en ese momento no fueron sus ojos los que le delataron, sino sus manos escondidas en los bolsillos del abrigo, y las palabras vacías que no pudo pronunciar. Por un momento, me dio la sensación de estar frente a una desconocida, y raramente me sentí mas cómodo y relajado. Dicen que tenemos mas confianza para contarle nuestra vida a un desconocido que a alguien que conozcamos. Supongo que será porque el desconocido no sabe como somos, y si lo sabe es simplemente a raiz de lo que le contamos.

En cualquier caso, ella seguía frente a mi, y yo seguía con la misma cara de idiota. Entonces, sin saber como, se atrevió a decir la palabra prohibida que tanto habiamos estado evitando. -Te quiero-, murmuró.
Lo intenté, creedme que lo intenté, pero no pude.


¿Acaso iba a cambiar algo que le dijera ''Te quiero''?, pensé. De ser así, lo hubiera echo; pero no lo hice. Alcé la mirada y contemplé sus labios, su figura, sus ojos... Tenía la mirada sumergida en miedo y había extraido las manos de los bolsillos. Estaba en lo cierto, le temblaban. Volví a alzar la vista y miré el reloj de la estación. La 1:15pm. Bajé la mirada y me encontré la suya, que me pedía a gritos una respuesta.


-¿No dices nada?-, reprochó.
-Quedan 15 minutos-, respondí.
-¿Eso es todo?-, volvió a reprochar.
-No se que mas quieres te diga-.


¿Realmente no tenía nada mas que decirle? Un hasta luego, te quiero... O no se, cualquier chorrada que se dicen en estos momentos. Atisbé su rostro por ultima vez y mis labios producieron un leve movimiento que no sirvió para nada, porque ninguna palabra rompió mi silencio. Ya se encargó ella de eso.


-No no, dejalo, ¿sabes?. Llevo meses, semanas, días intentando que te abras, que olvides a quien tengas que olvidar y que vuelvas a querer como hacias antes, pero no quieres. Te encierras en ti mismo y no dejas que te ayude, no me dejas formar parte de tú vida, y ahora, a 15 putos minutos de perderme para siempre, te digo ''Te quiero'' por primera vez y solo eres capaz de decirme que quedan 15 minutos. Parece que quieras perderme de vista.- gritó enfadada.
-No me puedes obligar a nada-.
-No, claro que no... Dime Jack, ¿de verdad no me quieres?-, preguntó.


Miré a todos lados intentando esquivar su mirada. No lo pude evitar, y el orgullo, disfrazado de cobardía susurró un estúpido ''No'' que hizo que la perdiera para siempre.
La 1:30pm.
''Último aviso para los pasajeros con destino a Barcelona'', se oyó de fondo. El tren estacionó en el segundo carril. Cogió las maletas del suelo y cargó con el dolor que produce tener gramos (de amor) de más. Vi como su larga melena ondeada al viento cubría la máscara de tristeza que le ocasionó mi silencio. Andé cabizbajo hacia la salida, hasta dar con el coche. Cuando me dispuse a abrir la puerta, de repente, la vi. Ocupaba el asiento del co-piloto y me miraba fijamente, -mientras conducía-, con la sonrisa mas resplandeciente y bonita que había visto jamás. Después se giró hacia donde estaba, y atisbé como miraba a través de la ventana con esa mirada hechizada y atontada característica de los enamorados. Entonces me di cuenta de que la quería. Era ella; esa persona que siempre había estado buscando...


Corrí de nuevo hacia la estación tan veloz como lo hace el cobarde que huye de la muerte. Unas lagrimas muy inoportunas recorrieron mi rostro. No dudé ni un solo segundo cuando la vi en el vagón mirando al infinito rehuyendo de mi posible mirada y del pasado que minutos atrás había colocado una sonrisa decaida en su rostro. Seguí corriendo retando la resistencia de mis piernas, intentado devolverme lo poco bueno que quedaba en mi vida y que ahora mismo se estaba marchando. Estúpido de mi, que no me di cuenta de que la perdí en el mismo momento en que respondí con un silencio sonoro a su ''Te quiero''. Aquello ya la alejó.


CONTINUARÁ...

1 comentario:

  1. te pongo un relampago diciendo que me gusta mucho
    y que te conectes joder porque te necesito

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