A veces queremos ser fuertes; bueno, a veces lo somos. Otras…creemos serlo. Sentimos que el poder está en nuestras manos, que nadie puede con nosotros, pero la realidad nos hace ver que no es así, lo siento. Todo eso forma parte de nuestra imaginación, al fin y al cabo solo somos personas corriendo por los recovecos de nuestro miedo intentando evitar una vez más la realidad, llorando en cada esquina escapando de la soledad creando sonrisas efímeras y extinguidas que jamás llegaron a ser sentidas. Y sin embargo, todo esto se puede resumir en una sola palabra: cobardía. Huimos hasta agotar nuestro último suspiro, y con ello nos engañamos creando una realidad ficticia que no hace más que tapar las ganas de querer correr hacia la meta y poder hallar el camino que conduce hacía aquel tesoro del que tantos hablan, la felicidad.
Pero sentimos informarle que: ¡se ha producido un grave error!
Solo aquellos que de verdad saben su significado podrán hallarla, no es cuestión de buscar el camino más bonito y el mas iluminado, ni siquiera el más corto o el más largo, la felicidad esta en el camino de cada uno, que algunos hayan sabido aprovecharla y otros no, es cosa de uno mismo.
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