viernes, febrero 24

Despedidas


Nadie se ha parado a pensar en los misterios que aguarda el vagón de un tren. En cada asiento una persona y en cada persona un conjunto de sentimientos, lágrimas, sonrisas... Cada corazón late a su tiempo y modo, puede que algunos consigan coincidir en algún latido pero nunca lo hacen para siempre. Hay sonrisas esbozadas y escondidas. Y lágrimas, aunque la contención de éstas resulte más complicado. En cada persona hay una despedida. Amarga o dulce, no cambia el significado y el dolor. de ésta. No importa que sea un 'Hasta pronto' o un 'Hasta siempre', la nostalgia; ese trozo de corazón extirpado que sentimos es el mismo. Nuestro destino está marcado en un trozo de papel rectangular que expresa la hora de llegada pero nunca la de vuelta. Cabezas balanceándose de izquierda a derecha debido al movimiento del tren, pupilas clavándose en la vitrina de la locomotora, esa frágil lamina de cristal que nos separa del exterior, que nos aísla, que nos envuelve y separa a 200 kilómetros por hora de la estación de origen. El ruido del tren se camufla bajo la música procedente de su mente, bajo los anuncios de cada parada y bajo sus propios pensamientos. El destino, la suerte, el amor... Son sentimientos indefinibles en continua huida de esa prisión de palabras que las obliga a ser algo que no son. Irracionales, imprevisibles y completamente ilógicas. Tan ilógicas como las despedidas. Como esas vidas que transcurren entre ciudades, estaciones, maletas, trenes, trayectos de 14 horas de duración y despedidas. Y por muy estúpido que suene, las despedidas también tienen despedidas. También se despiden. También ellas huyen de si mismas. De los abrazos que provocan, de las manos alzadas, de los sueños rotos, de las alegrías, de las tristezas, de las ruedas girando y del doloroso y leve cosquilleo que produce dos cuerpos separándose paulatinamente, como si de una película a cámara lenta se tratara. Brazos deslizándose sobre otros y cabellos desenrollándose de cuellos. Despedidas rompiéndose, formándose, despidiéndose...

No hay comentarios:

Publicar un comentario