domingo, julio 18

Vista previa

Que si, que te quiero, que nunca habia estado tan segura de nada en mi vida. Que si, que quiero contar con las manos de los dedos cada segundo que estoy a tu lado, y como poco a poco me elevo y puedo llegar a sentir el suave tacto de las nubes. Que si, quiero ilusionarme y que me importe tanto alguien que no sabes ni lo que haces, y que eso que haces te de exactamente igual. ¿Que por qué? Pues para empezar, porque nisiquiera se que hago escribiendo algo relacionado con el amor, sabes que no soy así, y que hace casi mas de un año que decidí no volver a sentarme a escribir, ni pensar, ni darle demasiado importancia a todo esto, hasta que llega el momento. Siento que ha llegado... pero tambien he de decir que lo siento. Con el paso del tiempo iras descubriendo que no soy perfecta, que de hecho, tengo manias, muchas manias. Y que me encanta hacerme la díficil, aunque en el fondo, soy muy enamoradiza. Me encanta recibir algo de alguien inesperado, pero mas me gusta aún ser yo esa persona inesperada. Odio llorar por cualquier tonteria, aunque a veces sea la persona mas insensible que has conocido en tu vida. El día que reciba alguna definición que se ajuste bastante a lo que yo defino amor, entonces te diré que eso es lo que siento. Hasta entonces, conformate con recibir mis palabras, totalmente sinceras, y mi sonrisa cuando estas frente a mi. Tengo mucho y nada para darte, y he descubierto que lo importante es el presente, ya que es lo que está pasando ahora mismo, osea que prometo no volver atrás. Nisiquiera para coger carrerilla. Ni mirar hacia alante. Pienso mirarte a ti, pensar en que es lo que tengo, y no lo que no tengo, y todo eso lo sabrás por mi sonrisa. Iras descubriendo que son pocas las veces que la saco afuera, tengo miedo, la verdad, tengo miedo, mucho miedo, como todo el mundo, pero mis miedos me paralizan. He aprendido a convivir con ellos, y ahora son parte de mi. Pero si, sigo teniendo miedo, tanto miedo que por alguna extraña razón siento que el dolor se acerca...
***
Te diré una cosa... ahora pienso cerrar este cuento. Tu cuento. Mi cuento. Nuestro cuento. Se acabó. Para que engañarnos... por mas que no quiera, siempre voy a estar ahí. ¡Tengo ese defecto! Ya te lo dije, soy la tonta enamoradiza que lo da todo sin pensar en nada.
Pero me encanta que me descubras, y que cada día veas algo nuevo en mi, algo que me hace especial y diferente. Me encanta que lo hagas, pero voy a ponertelo díficil.
Y ahora, saldré afuera, y lo haré sabiendo que tu no estas, y apesar de eso, seré feliz, y sonreiré, y andaré con la cabeza bien alta, porque se que por mi parte, no faltaron ganas de que esto funcionara. Hasta aquí llegó mi carta. Y...sinceramente... gracias por no quererme un poco más.



Posdata: no me olvides.

1 comentario: